Mi visión del arrepentimiento desde que comparto contigo es que sinceramente yo creo que todos lo sentimos. El “no arrepentirse” es un mal empleo de lo que debería ser aceptar las decisiones que uno toma.
Lo digo porque el no arrepentirse es finalmente intentar negar o esconder lo que uno siente por lo ocurrido, intentar convencerse de lo que lo que fue, fue bueno y no pudo haber sido de otra forma. En cambio aceptar implica reconocer lo sucedido y facilitar la reflexión, lo cual podría disminuir el tiempo que duran los sentimientos negativos que genera el mismo arrepentimiento.
Creo que arrepentirse y aceptar a diferencia de no reconocer el arrepentimiento, ayuda no estancarse en el arrepentimiento puro y la represión de los sentimientos. Especialmente si tienes la habilidad de no vivir en el arrepentimiento perpetuo y los sentimientos culposos.
La vida es aprender a arrepentirse, pero nunca te enseña cuando mierda hay que arrepentirse!!!
¿Qué no son las ausencias, sino mas bien los resquemores del tiempo?..si he de vivir…que sea sin Timón ni Pumba…"
estoy de acuerdo
lo que no me gusta es cuando la gente dice: “”““no hay que arrepentirse de las cosas, todo es aprendizaje “”””
NO MIERDA, UNO SE ARREPIENTE TODO LO QUE QUIERE, YO ME ARREPIENTO DE VARIAS WEÁS
Mi visión del arrepentimiento desde que comparto contigo es que sinceramente yo creo que todos lo sentimos. El “no arrepentirse” es un mal empleo de lo que debería ser aceptar las decisiones que uno toma.
Lo digo porque el no arrepentirse es finalmente intentar negar o esconder lo que uno siente por lo ocurrido, intentar convencerse de lo que lo que fue, fue bueno y no pudo haber sido de otra forma. En cambio aceptar implica reconocer lo sucedido y facilitar la reflexión, lo cual podría disminuir el tiempo que duran los sentimientos negativos que genera el mismo arrepentimiento.
Creo que arrepentirse y aceptar a diferencia de no reconocer el arrepentimiento, ayuda no estancarse en el arrepentimiento puro y la represión de los sentimientos. Especialmente si tienes la habilidad de no vivir en el arrepentimiento perpetuo y los sentimientos culposos.